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Fecha de publicación: 06-nov-2013 15:25:38
La Coalición Paraguaya para la Diversidad Cultural manifiesta su pública preocupación y rechazo a la decisión judicial que condena a 2 años y 6 meses de cárcel al escritor nacional Nelson Aguilera –por la obra “Karumbita” la patriota- bajo cargo de plagio –por demanda promovida por la escritora María Eugenia Garay autora de “El túnel del tiempo”- que, según el análisis y dictamen de conocedores y eximios entendidos en literatura, no existió.
La decisión del Tribunal de Sentencia integrado por Víctor Alfieri, Daniel Ferro y María Luz Martínez, no hace otra cosa que anteponer razones ajenas a la cultura y a su normal desarrollo para imponer una pena que va dirigida a generar advertencia y aprehensión en la sociedad, en particular a todo lo que hace a la creación artística que debe desarrollarse dentro de los principios estrictos de libertad, sin coacción ni amedrentamiento, tal como lo ratifica el mismo Estado paraguayo en la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO.
La CPDC considera que la cultura no es patrimonio exclusivo de particulares, sino de toda la humanidad, de los pueblos que la crean y recrean, porque hacen parte de su propio desarrollo y sentido; por tanto la intervención aleve de organismos del Estado como la Justicia o el Poder Judicial –en este caso- sin tener en cuenta elementos característicos que hacen a la complejidad de las expresiones culturales como la creación literaria, genera más daño que repararlo y conduce a los cultores de esta hacia fauces que recuerdan al oscurantismo. La imposición del poder sobre la razón nunca fue la salida más inteligente, menos justa, en cualquier relación dentro de las sociedades.
El disfrute y la salvaguarda de los derechos humanos culturales es una responsabilidad única del Estado, que debe velar porque todos los habitantes tengan acceso a ella en igualdad de condiciones y la puedan desarrollar dentro del respeto de la soberanía de las creaciones humanas. Esta condena es un atentado directo contra la literatura nacional que viene remando contra infortunios y vicisitudes a lo largo de muchos años. La acción esta vez de una Justicia desprestigiada y sometida a los vaivenes políticos y de poderes económicos y mafias no hace más que confirmar que ni hay equilibrio ni imparcialidad en sus fallos.
La CPDC hace un llamado a la cordura a quienes ocupan los tribunales y a que reflexionen sobre la delicada tarea de impartir justicia, que no es desde ningún punto de vista un remate al mejor postor.
Por la CPDC
Miguel H. López
Secretario General
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